Domingo, 19 de Septiembre de 2010 - 22:50
Redacción Guayaquil - Diario Expreso
Celebraciones concluyeron con Eucaristía y concierto musical
Bendiciones para familia y el país pidieron caminantes
Con la consagración de las familias a los corazones de Jesús y María concluyeron las celebraciones por la Semana de la Familia organizada por la iglesia guayaquileña.
Por las calles. Las autoridades de la iglesia caminaron, el pasado sábado, junto a los fieles por la calles del centro de Guayaquil.
Grupos. Los jóvenes de los grupos pastorales apoyaron cada una de las actividades organizadas durante la Semana de la Familia.
Doce cuadras son, probablemente, la distancia que cualquier ciudadano recorre a diario para cumplir con sus actividades cotidianas. Pero, para Estrella de Gómez (76 años) por su avanzada edad y las múltiples dolencias asociadas a los sexagenarios, caminar desde el Malecón Simón Bolívar hasta la Catedral de Guayaquil es la más fiel demostración de su amor a Dios.
Con zapatos deportivos, ropa de algodón y abstraída en el rezo del santo rosario caminó ayer por más de media hora (desde las 18:00). Recorrió la calle Nueve de Octubre hasta Boyacá y aún con la luz del día llegó a la Catedral en compañía de una multitud, que con globos blancos y alegres cánticos anunciaba su llegada.
En el templo, otra cantidad de fieles aguardaba a los caminantes para, todos juntos, cerrar las celebraciones por la Semana de la Familia y pedir a Dios bendiciones para los hogares guayaquileños y del país.
Con el ingreso de monseñor Antonio Arregui, arzobispo de Guayaquil, y los obispos, sacerdotes y seminaristas, quienes lideraron la caminata, comenzó la celebración eucarística.
En esta ocasión, la Catedral, templo de estilo neogótico, resultó pequeña para acoger a todos los fieles. Ni las sillas plásticas colocadas en sus amplios pasillos fueron suficientes.
De pie o teniendo como reclinatorio las escalinatas de los altares, los feligreses siguieron la eucaristía en la que monseñor Arregui pidió para que las familias y las autoridades no “rompan” con Dios. El mensaje terminó con sonoros aplausos por su reiterado respaldo a la Iglesia, por su lucha constante contra el aborto y la homosexualidad.
Como era una ceremonia dedicada a la familia, la presentación de ofrendas estuvo a cargo de hogares que representaban a la variedad étnica que habita en Guayaquil: blancos, negros, indígenas, etc.
Con una masiva comunión y cerca de las 21:00 terminó la ceremonia, no sin antes dar lectura al saludo enviado por el papa Benedicto XVI a Guayaquil; y la consagración de las familias presentes a los corazones de Jesús y María, por parte de monseñor Arregui.
Afuera del templo, la fiesta continuó. Varios artistas cristianos se unieron a las celebraciones y desde un escenario montado, frente a la Catedral, pidieron bendiciones para la familia ecuatoriana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario